El Balón de Oro tiene nuevo dueño y es Rodri. El volante español del Manchester City y líder de la España campeona de la Eurocopa fue el dueño de los flashes en París, con el premio que entrega France Football y en una jornada cargada de sorpresa. En la previa el gran candidato del que se hablaba era Vinicius Jr., quien al enterarse varias horas antes de la entrega que no iba a ganar, se bajó de la gala y ni siquiera viajó al igual que todos los integrantes del Real Madrid.
Una decisión cuestionable desde lo ético y el mensaje de que solo importa ganar pero que poco lo importó a Rodri, el hombre de la noche francesa. El mediocampista de 28 años hace un mes sufrió una rotura de ligamentos cruzados de la rodilla derecha y tendrá mucho tiempo más hasta volver a las canchas. Por ello subió a recibir el premio con muletas pero con grandes argumentos futbolísticos como ser pieza clave del City de Pep (jugó 50 partidos) y de su seleccionado con la Euro.
Rodri, el gran ganador (EFE).
En la decisión final le ganó al propio Vinicius, Jude Belligham y Dani Carvajal (justo tres del Merengue) por lo hecho en la temporada 2023/24, desde el 1° de agosto de 2023 hasta el 31 de julio de 2024, respectivamente. Y, en este caso, con mucho peso también las actuaciones en las selecciones por haber tenido los grandes torneos como la Eurocopa y la Copa América. En definitiva, eso pesó en la decisión.
Una decisión inédita para un volante central que si bien es de mucho juego es diferente a un generador como fue el anterior mediocampista elegido, caso Luka Modric en 2018. El logro para este jugador de perfil bajo, que surgió del Villarreal, pasó un año en el Atlético de Madrid del Cholo Simeone y desde 2019 brilla en el City. Y más allá de la polémica si Rodri estuvo bien elegido, si era mejor para Vinicius o hasta Jude Bellingham, es un premio que marca un antes y un después.
Lionel Messi, ganador de la edición 2023 y de ocho Balones, esta vez no estuvo ni entre los 30 nominados. De hecho, fue la primera vez después de 21 años en la que él o Cristiano Ronaldo no estuvieron. Una nueva era en definitiva y lejos de comparaciones por el fútbol que brindó el rosarino, mejor de todos, con sus clubes y la Selección Argentina.
Pero hubo otros compatriotas que estuvieron en el Théâtre du Châtelet de la capital francesa. Lautaro Martínez finalizó séptimo por su gran año en el Inter y lo decisivo que fue en la Copa América con la celeste y blanca. Mientras que Emiliano Martínez quedó 18° en el listado general, siendo el único arquero entre los 30. Y, lógicamente, se llevó el premio Lev Yashin por segundo año consecutivo por ser el mejor en su puesto. Las atajadas que le valieron al Aston Villa jugar la Champions y a la Selección ser bicampeona de América. El orgullo argentino bien alto.
El Dibu, otra vez mejor arquero. (EFE)
En cuanto a los entrenadores a Lionel Scaloni no le alcanzó el haber ganado la Copa América porque el trofeo Johan Cruyff (primera vez que se entrega) fue para Carlo Ancelotti, ausente por el gran boicot del Real Madrid a la ceremonia. Y el mejor jugador joven fue Lamine Yamal, quizás la el premio más lógico de todos por lo que hizo el pibe del Barcelona y España con 17 años. En ese galardón Alejandro Garnacho quedó sexto en la consideración.
El Balón de Oro femenino fue para Aitana Bonmatí, la futbolista del Barcelona que repitió lo logrado en 2023 con su club (también elegido el mejor) y la selección de España en una temporada soñada ganando Liga, Champions y arrasando. La mejor entrenadora fue Emma Hayes, la inglesa que dirige al Chelsea y a la selección de Estados Unidos con la que ganó los Juegos Olímpicos.
La futbolista del Barcelona ganó su segundo Balón de Oro (EFE).
Fuente Olé